sábado, 23 de mayo de 2015

¡Hola Chicos! Capi 12 y mañana capi 13. Muchas gracias por seguirme y acompañarme a cada paso. Un besote grande.

Capítulo 12
Anne.
(Perspectiva de Bianca)

Al otro día de la reunión tan divertida que habíamos tenido con las chicas, me encontraba en mi habitación metiendo prendas en una caja de cartón, las mismas que no llegaría a usar nunca más porque me quedarían grandes de talla. Sara me ayudaba y a medida que las cajas estaban repletas las llevaba a planta baja para depositarlas en el contenedor fuera de la mansión.

-Creo que nunca usamos el contenedor de basura tanto como hoy –sonrió Sara.
-Lo imagino. Desperdicios de comida han sido poco y nada –reí.
-De todas formas puse las cajas a un costado, como me has dicho. Así los recolectores saben que es ropa. Quizás los repartan en algún asilo.
-¿No hay asilos en Kirkenes? –pregunté.
-Pues… No lo sé. Pero Numa dice que el hogar de niños fue clausurado.
-De todas formas ponlo aparte, a alguien le servirá.

La puerta de la habitación retumbó con tres golpecitos. Como sólo golpeaba la puerta él.

-Pasa Charles.

Charles se asomó por la puerta entreabierta y echó un vistazo. Sonrió.

-OH, estamos de limpieza.
-Sí. No usaré más estas prendas y a alguien le pueden servir.
-Me parece bien.
-¿Cómo te fue en Kaliningrado?
-Por ahora no hay novedades. El personal del hospital psiquiátrico es muy cerrado y no quiere dar información a un supuesto extraño. Pero descuida “don dinero” podrá convencerlos. Viajaré este fin de semana nuevamente con varias coronas en mi bolsillo. Ahora… Hay algo más importante. Ron ha llegado con tu sangre. ¿Quieres recibir la transfusión ya mismo? Rose me ayudará. Aprovechemos que la casa está tranquila y…
-¡Vooooy a moooriiiir!

Me sobresalté por el fuerte golpe de la puerta de entrada a la mansión.

-Bueno –suspiró Charles-, eso era antes de llegar Scarlet.

Solté las prendas entre mis manos y avancé saliendo de la habitación. Me dirigía  a bajar las escaleras pero Scarlet corrió a mi encuentro por el pasillo con su precioso uniforme.

-¡Scarlet! ¿Qué ocurrió?
-¡Voy a moriiir! ¡Soy muy malaaa!

Charles se acercó mientras yo la abrazaba.

-¡Dime que no te has comido un policía! –exclamó Charles.

Scarlet dejó de lloriquear y lo miró.

-¡Tú estás loco Charles! ¿Cómo se te ocurre? Yo soy una señorita bien entrenada. No haría tal cosa.
-Aaaah, okay. ¿Qué te ocurrió entonces?
-¡No te lo diré a ti!
-¡Scarlet habla con educación! –reté.

Hizo un puchero y bajó el tono de voz.

-Bueno… Quiero hablarlo con Bianca. Son cosas de chicas como en la reunión.
-¿Qué reunión? –preguntó Charles.

Sonreí.

-Nada, nada, olvídalo. Hablaré con ella en la habitación. Después me haré la transfusión.
-Bianca preferiría que hables después.
-Charles estoy bien. No te preocupes. Prometo que haré lo que me dices después de hablar con Scarlet.
-Sí, primero hablará conmigo porque soy muy importante para ella y me quiere mucho.

Charles rodó los ojos y sonreí.

-Vamos Scarlet. Le diré a Sara que nos deje a solas.
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Sentada en la cama matrimonial junto a la princesa de los Craig me acomodé en una nueva posición.

-A ver Scarlet, repíteme todo nuevamente, con tranquilidad y sin llorar que no te he entendido la mayoría de cosas que has dicho. ¿Cómo que Anne es la hermana?
-Grigorii tuvo franco en su trabajo. Era su día semanal de descanso.
-Ajá…
-Mi compañero y yo tuvimos que llevarle una denuncia testimonial para que la firmara. No lo había hecho, era importante. Grigorii detuvo a dos delincuentes que robaban el negocio de… ¡Ay no recuerdo! Pero debía firmar lo que había sido testigo y como había sido la captura. ¿Sabes que algunos policías ponen pruebas para incriminar a los delincuentes? Pruebas inexistentes, pero eso Grigorii no lo hace. Es muy bueno y…
-Scarlet, espera. Sigue contando que ocurrió cuando llegaste a su casa.
-Ah siii.
-Golpearon, les abrió la puerta, ¿y…? –pregunté.
-Salió a recibirnos. ¡Estaba tan bonito! Tenía puesto una camiseta blanca y se notaban sus pectorales –se relamió-, mmm… y unos jeans gastados caídos a las caderas. Como los usa Lenya. Pero a Grigorii le quedan mejor.
-Vale, ¡qué más!
-Él me miró, yo lo miré, y nos quedamos mirándonos… Ah sí… Cuando mi compañero habló y le explicó porque estábamos allí se escucharon unos gritos de una mujer. Venían del interior de la casa. Grigorii se puso pálido y desapareció dejando la puerta abierta. Por supuesto que ante esos gritos desgarradores lo seguimos para ver que ocurría dentro de su casa.
-¿No digas que tiene a su mujer encerrada y la maltrata?
-Nooo, no Bianca, no. Aunque creo que eso pensó mi compañero. Pero yo nunca hubiera pensado eso de mi Grigorii.
-Tú no te fíes, ¡sigue contando!
-Cuando entramos al living… al comedor… En realidad tiene todo junto. ¿Sabes Bianca? No tiene un salón y un comedor apartado. Tiene todo en el mismo ambiente. Sofás, mesita pequeña, TV, y a unos pocos metros una mesa para comer y cuatro sillas. ¡Cuatro sillas! Bianca, ¿dónde comen los demás?
-Scarlet –tomé sus manos entre las mías-, hay muchas personas que no viven con la comodidad de nosotros. Algunas tienen sólo la cama y una mesa en espacios reducidos, otros ni siquiera eso. Duermen en la calle. ¿Recuerdas a Olin? El amigo de Numa.
-Mmm… ¿El mendigo que había ayudado antes de que lo encontrara Sebastien?
-Exacto. Ese hombre vive en la calle.
-¿Pero no es que le gusta ser libre? Nadie lo molesta.
-No Scarlet, nadie le gusta vivir en la calle. Y tienes mucha suerte que Adrien tuviera reservas y que Sebastien haya trabajado para aumentarlas. Ahora… Sígueme contando.

Quedó pensativa y luego me miró.

-¿Esas personas no pueden comprarse tantos zapatos como yo?
-No Scarlet, a veces no tienen para comprarse un par.
-Siempre tuve muchas cosas, desde que nací. ¿Cómo será no tener todo lo que yo tengo?

-Mejor di, ¿cómo será no tener nada? Porque esa gente Scarlet quizás no coma porque ni siquiera tiene dinero para alimentarse bien. Y los humanos necesitan comer bien porque si no se enferman y se debilitan…. Y mueren.
-¡No quiero que Grigorii muera! ¡Tampoco su hermana!
-Grigorii no se encuentra en esa situación extrema, Scarlet. Sólo que no tiene el dinero de los Craig. ¿Me hablarás sobre su hermana?
-Sí… Bien… ¿Segura que Grigorii y su hermana se alimentarán bien?
-Sí, Scarlet.
-Okay. Cuando entramos al ambiente pequeño había una chica rubia que se golpeaba la cabeza con las manos. Estaba sentada frente a la TV. Gorigorii se desesperó y quiso detenerla, pero fue difícil. Él nos dijo que era su hermana, que por favor, mi compañero se marchara y esperara en el móvil policial porque su presencia empeoraba todo. Pero yo me quedé. Él no me dijo a mí que me fuera…
-¿Qué más, Scarlet? ¿Qué ocurrió con ella?
-Poco a poco Grigorii la tranquilizó. Ella se dejó abrazar por él y se calmó. Me quedé mirando a un costado, muy cerca de ellos. Ella… Ella no notó que yo estaba allí. Sólo miró a su hermano a los ojos y se tranquilizó. Entonces le pregunté, “¿cómo se llama?”. Él me dijo, “se llama Anne”. Tenía los ojos llorosos y preocupados. ¿Sabes qué son ojos preocupados, Bianca? ¿Me explico bien?
-Ehm… Supongo que te entiendo. Sigue contando.
-El quiso traerle un vaso con agua pero ella se notaba que no dejaba de abrazarlo fuerte y no quería que se apartara. Tenía miedo, Bianca. La chica tenía miedo. Pero no sé de qué.
-Mmm… Supongo que tendrá un retraso mental, o quizás no, y sea autista. Aparentemente por lo que dices… Le cuesta interactuar.
-¿Qué?
-Interactuar. Significa que cuando yo te digo algo a ti o te hago una pregunta tú sabes, comprendes mi lenguaje, y de acuerdo a ello me respondes. Sabes que decir y sobre todo diferencias que estoy a tu lado y quien soy.
-Ah… ¿Cómo puedo ayudarla? ¿Crees que si le toco la cabeza podré curarla?
-Eso no lo sé. Si el daño es psíquico no lo creo. Tú me has dicho que puedes curar daño físico si es reversible. No creo sea el caso. Por lo pronto lo que debes hacer es comprar ese regalo que has destruido. Seguro que ella debe pintar como escape a su problema mental.
-Siii siiii, quiero regalarle lo que destruí… ¿Dónde lo compro?
-Te diré como hacerlo. No te preocupes. No podré acompañarte porque Sebastien no quiere que salga de la mansión.
-¡Cabrón!
-No digas eso. Tiene razón, claro, aquí entre nosotras. Por ejemplo en estos momentos tengo unos enormes deseos de beber sangre.
-¡La transfusión! Tienes que dártela.
-Sí, vamos, acompáñame a buscar a Charles y mientras te diré como comprarás las acuarelas y los pinceles.
-¿Puedo ir ahora?
-Ya es tarde. Los negocios habrán cerrado. Espera hasta mañana y se lo darás a Grigorii antes de que vaya a su casa. Debemos pensar que le dirás. Recuerda que no debe saber que fuiste tú la del robo.
-¡Demonios!
-Tranquila, le diremos que escuchaste que se lo robaron y quisiste comprarle a Anne su regalo de cumpleaños.
-¿Funcionará?
-Viniendo de Pretov, no lo sabremos. Lo intentaremos.

(Perspectiva de Grigorii)

Llegué a la Jefatura con mucho sueño y cansancio. Estaba agotado. Aunque debía tener fuerzas y sacarlas de donde fueran, cada vez se me hacía más difícil manejar a Anne. Quizás era yo que mi paciencia llegaba a un límite y explotaba. No quería sentirme así. Ella no tenía la culpa… Y yo… Yo tampoco.

Muchas veces soñaba con tener una mujer e hijos y vivir feliz en un hogar como el que nunca habíamos tenido Anne y yo. Pero eso era antes. Ya no soñaba con esos sueños utópicos. Mi hermana no se curaría y no podría dejarla en manos de otro. Una mujer que me aceptara con ella no sería fácil. Por más amor que pudiera tenerme era un sacrificio muy grande. Levantarse de madrugada cada vez que tenía pesadillas y quedarme a su lado cantándole una canción hasta que se durmiera. Vigilarla a cada paso. Y en mis ausencias cuidar de no dejarle nada a mano que pudiera dañarse.

Nunca podría viajar con mi pareja como lo hacen todos los enamorados en una dulce luna de miel. Nunca podría dormir tranquilo sabiendo que ya nada me despertaría sobresaltado por sus gritos de pánico. Nunca…

Ayer Anne había tenido otra crisis. Supe que la voz de mi compañero desde la puerta de casa la había alterado a tal punto que había perdido el control. Así había sido con los hombres que se acercaban aunque fuera la voz del cartero alguna que otra mañana. Desde que nuestro mal llamado “padre” había intentado abusar de ella y yo lo había golpeado y echado a la calle, ella nunca había podido superarlo. Se había encerrado en esa burbuja aislándose del mundo adulto y manteniendo sólo conexión conmigo. ¿Qué sería de ella sin mí? Tantas noches rezaba porque Dios me diera vida suficiente para cuidarla y no dejarla sola a la deriva. Con mi familia no podía contar. Todos nos visitaban cuando teníamos un hogar donde mi madre vivía y el dinero nos alcanzaba. Después poco a poco fueron alejándose y nadie le importó de nuestras vidas. No iba a mendigar cariño ni dinero. Siempre había tenido brazos fuertes y ganas de trabajar para mí y para mi hermana. Pero… Dios… ¿Hasta cuándo tendría fuerzas?

Ayer… Ayer me excedí. Mi cariño por ella no había terminado sólo mi paciencia me falló. Cuando Scarlet y el oficial se fueron me senté frente a ella y le hablé de mal modo. “Anne, si no te ayudas, sólo no podré. ¿Quieres ir a parar a una casa de salud con extraños? ¿No verdad? ¡Entonces, trata de salir donde mierda te encuentres! ¡Déjame vivir a mí también! ¡Tengo derecho! Grité y grité… y lloré desconsoladamente.

Ella me vio llorar y creo que se asustó y comenzó a llorar también.

Dios, que reverendo hijo de puta que era. ¿Cómo había podido gritarle mis frustraciones?

Al verla llorar se me partió el corazón. Me sentí un miserable.

Después la abracé y le pedí perdón. Anne temblaba y negaba con la cabeza repetidas veces.

“No cariño. Yo… Nunca te dejaré. Tranquila… Nunca te apartaré de mi lado”.

-¡Pretov!

Giré para ver al comisario acercarse preocupado.

-Comisario…
-Pretov, ¿has visto a la oficial Craig?

Me aparté de la pared inquieto.

-No, ¿ella no está patrullando?
-Debería pero ha llegado.
-Quizás ha tenido un imprevisto. Puedo ir a su casa si prefiere.
-No, no. Sólo avísame en cuanto la veas.
-Sí… Insisto. Puedo llegarme hasta la mansión de los Craig.
-No Pretov. Dije que es suficiente con que me avises si la ves.
-Okay.

El comisario caminó por el pasillo y espere a que entrara a su oficina.

Rápidamente caminé hacia la salida y bajé la escalinata hacia la acera. Buscaría a Vikingo y le diría si me cubría para poder acercarme hasta la casa de Scarlet. Ella nunca llegaba tarde ni aun cuando tenía que cubrir el horario nocturno. Ya eran las ocho y media de la mañana y debía haberse presentado como siempre lo hacía. Puntual.

Apenas salí a las afueras del edificio mi corazón latió fuerte. Allí estaba ella caminando con ese andar felino tan femenino y fresco. Una moto dio arranque y se alejó. Seguramente era uno de los Craig que la había acercado a su trabajo.

Me quedé de pie esperando que llegara hasta mí con una sonrisa de niña traviesa.

-¡Hola Grigorii!
-¡Hola Scarlet!
-Adivina que traigo aquí.
-Pues… No sé –dije observando el paquete enorme bajo el brazo.
-Es un regalo para Anne.
-¿Mi hermana?
-¡Obvio! ¿Quién más?
-Pero Scarlet, no te hubieras molestado.
-Es que es algo muy lindo. Sé que le gustará. Es el regalo de cumpleaños de mi parte.
-OH, Scarlet. Muchas gracias.
-Coge, ábrelo.

Lo cogí con mis manos. Pesaba bastante.

-Scarlet, esto pesa mucho. ¡Qué fuerza tienes!

Sonrió.

Me senté en tercer escalón y ella me siguió esperando ansiosa que lo viera.

-¡Cuidado! Despega las cintas de un extremo y por allí lo puedes ver. No rompas el papel. Sí ella lo abre. Es su regalo.

Así lo hice. Con cuidado despegué las cintas adhesivas y eché un vistazo.

-Scarlet… Este regalo es el mismo que le había comprado para su cumpleaños pero me lo robaron ¿Cómo supiste?
-Bueno… El comisario me comentó algo y yo decidí que era injusto que Anne se quedara sin regalo. Ayer la conocí y me pareció muy bonita y encantadora.

Negué la cabeza, conmovido, mientras volvía a pegar las cintas.

-Scarlet no sé qué decirte. Yo… Este regalo es muy caro.
-No es problema para mí. Quiero que sepas que no es dinero de mis hermanos. Es mío, de mi sueldo.
-¡Gracias!

Sonreí y dejé el regalo a un costado. La abracé y me abrazó.


Dios mío. Sentir su aroma tan rico. El contacto de su cuerpo contra el mío. No sé si ella sintió las mismas sensaciones que yo. A mí al menos me hizo tambalear cada cimiento de mis moléculas.

Mañana capi nuevo!!!

8 comentarios:

  1. No hay duda q Scarlet tiene un buen corazón y la pobre estubo afligida x lo q hizo xq estubo mal pero supo hacer un buen gesto y Grigorii uuff vaya para él esta situacion con la hermana no es nada facil los 2 estan sufriendo bastante, muy bueno el capitulo Lou gracias y te mando un graan abrazo!!!

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    1. ¡Hola Laura! Scarlet es un ser maravilloso. Ha tenido una niñez privilegiado por un lado aunque le ha faltado su padre. Pero a la larga el diamante en bruto sale a la luz. Me alegro que te haya gustado cariño. Un beso enorme y gracias.

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  2. Hola Lou... Me ha encantado Scarlet en este capítulo
    Se ha enterado de que Anne es la hermana de Grigorii y ya pasaron los celos ;-)
    Y me parece muy bien que le haya comprado el regalo que destruyó
    Yo creo que Grigorii se equivoca... la mujer que lo quiera lo aceptará con sus circunstancias
    Estoy segura de que a Scarlet no le importaría tener que cuidar de Anne y que viva con ellos
    Hasta creo que podrían ser muy buenas amigas, además de cuñadas ;-)
    Un precioso capítulo, y un placer leerlo
    Besos

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    1. ¡Hola Mela! Parece que los celos por ahora no habitan el corazón de Scarlet y creo que ella no tiene maldad en su corazón, al contrario, Grigorii no sabe que tendría una buena compañera a su lado perooo no olvidemos que tampoco sabe el gran secreto de Scarlet... Habría que ver que opinaría. Un besote mi cielo y gracias por estar aquí.

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  3. Hola cariño, muy lindo capítulo, gracias por compartirlo. ¿Sabes? Concuerdo con Laura, Scarlet tiene un gran corazón, a veces se me olvida con tantas locuras y cada cosa que dice, pero en gran medida tiene la mentalidad de una niña y eso le permite aflorar una nobleza muy tierna, que me parece adorable. Y desde luego que esto que ha pasado va a ser muy importante en su relación con Grigorii, o eso espero ;)

    Un besazo.

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    1. ¡Hola Claudia! Un placer que me leas con todo lo lo que tienes para hacer. Gracias por el detalle de pasarte cariño. Scarlet tiene el corazón de un niño, y los niños no tienen la maldad del adulto aunque a veces sean caprichosos y traviesos. Y sí será muy importante la relación de los dos. Sólo ten paciencia, ya llegará. Besotes y gracias mi reina.

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  4. Uy que lindo qyue es Grigori y adore a Scarlet aveces parece una niña. Me encanta esa pareja. Te mando un beso y te me cuidas

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