viernes, 1 de mayo de 2015

Lo prometido es deuda mis lectores. Aquí capi 6. Un poco de humor como les adelanté, pero ojo... hay un dato que más adelante será relevante. De la charla de machos pueden surgir varias cosillas. Así que atentos. Se me ha ocurrido que esta charla puede repetirse algunas veces. Para que ustedes se diviertan un poquito como si estuvieran allí, con los Craig. Por supuesto las chicas no se irán a quedar atrás.
Agradezco a Mela, Laura, Claudia, Judit (Citu), Lobomexicano, y Lid que me alegran con sus comentarios de siempre en el blog. ¡¡Gracias!!
Besos los dejos con los machos y su charla.

Capítulo 6
Charla de machos.

Lenya.

Con Rodion salimos al parque de la mansión con una jarro de café cada uno. La noche estaba espléndida para dormir a la intemperie y nuestro hogar poco a poco volvía a la normalidad. Salvo por la vampiresa nueva que había tenido su primera salida a la reserva a encontrarse con su adorable amigo lobo. Por supuesto Sebastien había ido con ella. Era extraño que la dejara ir sola al baño. ¡Diablos, qué locura! Entendía sus miedos de que Bianca asesinara a un humano sin tomar los recaudos, pero de ahí a vigilar cada paso en la mansión y alrededores me parecía exagerado.

De reojo miré entre las jardineras de flores, ahora cerradas por la breve hora nocturna. Cerca de los cinco o seis cipreses estaba la tumba de mi madre. ¿Qué diría ella de verme junto a Sebastien compartiendo cada minuto de mi vida? Supongo que le gustaría… Sí… Mi madre nunca lo había rechazado aun siendo hijo de otra hembra. Según el diario de ella hasta le había dado su primer biberón cuando la madre de Sebastien murió… Hoy, después de tantas decenas de años, mi hermano y yo estábamos juntos, con tres muertos en la memoria. Tres muertos queridos.

-Mira –señaló Rodion-, Ron y Anthony están tomando un trago bajo ese pino.
-Los veo Rodion, no soy miope.
-Vamos con ellos. El sol está oculto en el horizonte pero por poco tiempo, aprovechemos. El cielo luce hermoso. Será genial compartir un rato con ellos al aire libre.

Arquee una ceja.

-¿Estás romántico Rodion? Deberías buscar a Sara en ese caso –sonreí.
-Sara estuvo pendiente de Bianca, como debe ser. Ahora descansa. No quiero distraerla.

Ron y Anthony estaban sentados en la gramilla bajo el árbol y Ron levantó el vaso hacia nosotros.

-¿Vienen? –preguntó.

Anthony rio.

Nos acercamos hasta llegar a ellos y acomodarnos en el césped.

-¿Qué es lo divertido? –pregunté tomando un trago de café caliente-. ¿Ya están borrachos?
-¿Cómo te atreves? -rio Ron-. Sólo un poco alegres.
-¿Motivo? –insistí.
-¿Te parece poco? –interrumpió Rodion-. La casa está en orden otra vez. Estamos en paz y disfrutando de la armonía.
-Muuuy bieeen –dijo Ron alzando el vaso-, muy bien Rodion, muy inteligente.

Reí.

-Siii, están ebrios. Tranquilos, Rodion y yo tomamos café así que cuidaremos la casa
-¡Calla, Lenya! –rio Anthony-. Hemos tomado un poco pero podemos defender la fortaleza.
-Siii seguro –reí.
-No no no… déjame que te explique- protestó Ron-, tomamos dos vasos. ¿Okay? Este es el segundo.

Alzó el vaso con líquido ambarino menos de la mitad y bebió un gran trago.

-Como sigas así irás por el tercero –bromee.
-¿Qué cuentan? –preguntó Ron.
-¿Nosotros? Nada. Pero mejor eso que saber de algún problema. Esta casa no ha cesado de tener conflictos o inconvenientes –contesté.
-Es verdad –murmuró Anthony tomando un trago de su vaso.
-Todavía hay que averiguar quien es el vampiro salvaje que está haciendo destrozos –dijo Rodion.
-Sí, supongo –respondí-, quizás sea el asesino de mi madre.
-¿De veras? –preguntó Ron.
-Quizás.
-Sebastien ha dicho que no pertenece a ningún aquelarre conocido –informó Anthony.
-Cierto.

Charles salió de la casa y se acercó caminando lentamente hacia nosotros como disfrutando el paseo por el parque. Con las manos a su espalda llegó hasta nosotros y sonrió.

-¿Reunión de machos?
-Siii –rio Ron-, únete a nosotros.
-No sé si debería…
-¡Sii, vamos Charles! ¿Qué tienes que hacer tan urgente? Ya has cazado, has dormido, ¿qué más?
-No sé… -sonrió.
-Anímate –dije palmeando el suelo.

Rápidamente quitó sus manos de la espalda y mostró una botella de vodka.

-Bueno, aquí traigo una donación.

Aplaudimos y reímos.

-¡Eso Charles! –exclamó Ron-. Bienvenido a la charla.
-¿Y las hembras? –pregunté.

Se acomodó en la gramilla y pasó la botella a Rodion que dejo el jarro de café al costado.

-Las hembras están viendo una película en la cocina. Todas reunidas. Menos Bianca que ha salido con Sebastien.
-Sí, sabemos –dijo Anthony.
-¿De qué película se trata? –preguntó Rodion.
-Titanic, querido.
-¿Qué? Están locas –rio Ron-. Después de tanta lluvia e inundación han querido ver Titanic.
-Las mujeres son masoquistas –repliqué.

El motor de una moto se escuchó en la lejanía.

Ron levantó el índice.

-Ahí viene Douglas y Numa.
-¡Qué percepción Ron! –rio Anthony.
-No sabía que habían salido –dije, tomando un trago de la botella de vodka que me había pasado Rodion.
-Aprovecharon que Bianca está custodiada por Sebastien –agregó Charles-. Además en la semana retoman los estudios.
-¡Qué chicos aplicados! –bromee.
-Así que quedaremos unos pocos en la casa –dijo Ron-. Porque Marin y Liz se irán a Drobak.
-No, querido. Dimitri vendrá para quedarse. Es licenciado en psicología. A pedido de Sebastien vendrá para tratar a Bianca sobre el tema de cazar humanos. En cuanto a Marin, entiendo que no se irá con su hermana.
-Pero Liz sí –contesté, con un gesto inevitable de amargura.
-Vayaa… Los Gólubev siempre tan perfectos –protestó Anthony.

Ron me miró e insistió.

-¿Por qué no le dices que se quede?
-¿Te ha dicho algo de mí?
-No, ¿por qué debería hacerlo?
-Porque sé que ustedes se llevan muy bien. Ella habla contigo a menudo.
-Cierto, pero no te pongas celoso. Tú sabes… De quien es mi corazón.
-Sí, de mi hermana. Y no estoy celoso. Liz no es mi chica.

Charles tomó un trago de la botella y se lo pasó a Rodion. Carraspeó y me miró.

-Creo que si le pides que se quede se quedará.
-No lo haré.
-¿Y Natasha? ¿Dónde quedaría ella? –preguntó Anthony, bebiendo el último trago del vaso.

Encogí mis hombros.

-No lo sé. Veremos que pasa.

Los pesados portones se abrieron y la moto de Douglas recorrió a poca velocidad el sendero. Numa saludó al vernos.

-¡Eey! ¡Reunión a pleno!

Douglas rio y frenó la moto cerca de nosotros. Ambos bajaron y después de estacionarla se unieron al grupo bajo los pinos.

-¡Quiero un trago! –pidió Douglas, estirando la mano hacia Rodion.
-Mmm… No sé. ¿Han bebido en la ciudad? –interrumpí.
-Nooo, ni una gota, ¿verdad Numa?
-Cierto. Tomamos un par de capuccinos. Lo juro.
-Haces bien. Tomar alcohol en medida y en casa de papá –bromeó Ron.
-Cállate, imbécil –rio Douglas sentándose junto a Numa cerca de Anthony.

Rodion pasó la botella a Douglas que no dudó en tomar un trago largo. Después tosió y todos no pudimos simular la risa.

-¿De qué ríen? –sonrió y tosió nuevamente.
-Nos reímos porque es vodka, cachorro. Es más fuerte que lo que acostumbras tomar –informó Anthony.
-¿Cachorro? ¡Tu abuela! –rió Douglas, y volvió a tomar un trago más corto-. Además el mes que viene cumplo diecinueve.
-¡OOOOH! -coreamos todos, incluso Numa.
-¡Oigan! -rio Douglas- ¿Por qué no toman a otro de punto?
-Porque tú eres el gurrumín de la casa –siguió Charles.
-¡Tú también, Charles! Y yo no soy el más chico. El benjamín es Numa.
-Pero he tenido mucha calle –se defendió Numa-, así que pásame el vodka.

Bebió un trago largo mientras todos lo mirábamos sin perder detalle.

El vodka era una bebida fuerte así que al tragar los ojos se le llenaron de lágrimas. Otra vez las risas. Está vez se le sumó Douglas.

-Aaggg, ¿por qué tanto amor por el vodka habiendo otras bebidas mejores? –protestó.
-Ay demonios, que sacrílego –reí.

Charles respiró hondo y comenzó a informar a ese par de niños porque el vodka era una de las bebidas preferidas de los Craig.

-Queridos… El vodka data del siglo XII y en sus orígenes se usaba para desinfectar.
-¿Y eso lo hace especial? –interrumpió Douglas.
-Calla, ojos de lobo, y deja hablar a la voz de la experiencia –critiqué.
-¿Estás diciéndome viejo? -protestó Charles.
-No no –levanté una mano en señal de disculpa.
-Bien… Decía que el vodka es una bebida especial. En su tiempo según su refinamiento marcaba las castas, principalmente, la nobleza. Su origen es en… -se detuvo y señaló con una mano hacia mí.
-Moscú –contesté.
-Muy bien, y se le llamó moscovita –continuó entrecerrando los ojos como haciendo memoria-. La bebida de pureza cristalina surge en las fincas de los nobles depurándolo con carbón vegetal.
-A todo esto, digo yo –protestó Ron-. ¿Me pasan la botella? Porque mucha clase sobre el vodka pero no convidan.

Reí y Charles frunció el ceño.

-Pásenle la botella a este desesperado.

Rodion tapó la botella y la tiró con un movimiento ágil cayendo en manos de Ron.

-Sigue querido Charles, desasna a estos burros –reí.
-Yo sé sobre la preparación –dijo Rodion.
-¿Ah sí? ¿Desde cuándo? –pregunté-. Que yo sepa no te has dedicado a la fabricación.
-No pero un amigo sí. Veía como fermentaba el trigo, el centeno, o la patata. Preparaba del bueno.

Charles sonrió.

-Bueno quizás les interese saber que es una deshonra fabricar y beber vodka mediocre.
-¿Y éste que marca es? –preguntó Numa.
-¡Hablemos de mujeres! –exclamó Douglas.

Ron leyó la botella.

-Tiene cuarenta grados de alcohol.
-Entonces es perfecto –agregué.
-¡Hablemos de chicas, por favor! –insistió Douglas.
-Como afirmó Dimitri Mendeléyev, quien creó la fórmula perfecta. El Moscóvskaya –dijo Rodion. El Tesoro Nacional de Rusia.
-¡Por faaa! Hablemos de chicas, de hembras, de pechos y culos perfectos –gritó Douglas.

Todos callamos y lo miramos.

El primero en romper la risa fue Ron y el resto lo siguió.

-¡Qué desesperado estás hermano! –rio Anthony.
-Bien, si hablamos de hembras buenas, infaltables las Gólubev –dijo Numa.
-¡Ahora le diré a Rose! –bromeó Douglas.
-Ay, ¡pues tú no me darás la razón!
-Pero no me debo a una hembra.
-¡Yo tampoco! –protestó.
-¡Oooooh! –exclamamos todos.
-¡Basta! –dijo enojado Numa.
-A ver- interrumpí-. No todos conocemos a “las Gólubev”. Yo sólo conozco a Natasha. Me gustaría que me dijeran que tal son. Sé por Sebastien que son tres hermanas –dije, tomando la botella de vodka.
-Siii, y una te las has merendado, jojojo –rio Charles.

Todos lo miramos provocando que nos observara asombrado.

-¡Bueno! ¿Qué pasa? ¿Es la verdad o no?

Reímos.

-Sí, pero tu léxico me ha extrañado –dijo Douglas.
-Estamos entre hombres –afirmó sonriente.
-¡Cierto! -exclamamos al unísono.
-No se vayan por las ramas. ¿Qué tal están? –insistí.
-Anouk se dedica a pintar obras de arte, creo... Ella o su hermana... –contestó Charles-. Es una hembra castaña rojiza y sus medidas son perfectas. Aparenta unos veinte y pocos y tiene un carácter alocado. ¡Ah! Odia los humanos. Es la más elitista de los Gólubev. Después le sigue Svetlana, rubia como su madre. Bellísima. Muy dulce y discreta. No recuerdo a que se dedica…
-Analista de sistema. Es la mejor hacker que he conocido.

Todos miramos a Anthony.

-¿Tanto la conoces, Anthony? –preguntó Douglas.
-No mucho.
-¿Ah no? –sonrió Charles.

Ron rio.

-Vamos Anthony, cuenta tu hazaña del casamiento de Bianca.
-¿Qué pasó esa noche? –preguntó Rodion.
-Nada… Ron exagera –musitó.
-¿Exagera? ¿Tu amigo exagera? –protestó Charles-. ¡Vamos! Cuéntales a ellos lo que ocurrió y provoca envidia. Porque lo que es a mí ni me lo recuerdes. Fue engorroso entrar al garaje a guardar unos arreglos florales y el BMW parecía tener vida propia y una muy buena amortiguación.

Anthony sonrió.

-¡Idiotas! Sólo fue un “touch”.
-Quiero tener un “touch” de esos –rio Douglas.
-Oye Charles –interrumpió Rodion sonriente-, ¿dónde quedó tu discreción?

Charles giró hacia la mansión.

-Allí querido, dentro de casa.

Todos reímos.

-Comienzo a tenerte miedo, Charles –suspiró Numa.

La puerta de la mansión se abrió y se cerró de un golpe. La figura de la princesa de los Craig, mi bella y alocada hermana, se mostró a lo largo del sendero caminando hacia nosotros.

-¡Ah, por fin los encuentro! –protestó- El sol los quemará vivos, me preguntaba donde estarían todos.
-¿Han terminado de llorar, querida? –dijo Charles, poniéndose de pie.
-¡Siiii, fue horribleee! Pero… ¿Ustedes que hacen todos juntos? ¡Ah, lo sé! Hablando de nosotras, las hembras.
-¿Quién te dijo a ti que siempre tenemos que hablar de ustedes? ¿Lees pensamientos, ahora? –se enfadó Numa.

Sonrió maliciosamente.

-Para saber eso, queridito Numa, no necesito leer pensamientos. Ustedes son tan básicos.
-¡Uuuuuuh, fuera hembra! –exclamó Douglas, mientras Numa le hacía burla al caminar.

Scarlet se alejó enfadada y nosotros dejamos la reunión de machos para una próxima vez.


Scarlet.

Casi provoco que los goznes de la puerta saltaran del portazo en la cocina.

-¡Esto no puede ser! Ellos nos llevan la delantera. ¿Cómo no se nos ocurrió hacer una reunión de solo chicas?
-¿Qué dices Scarlet? –preguntó Rose.
-Resulta que los cabrones se reúnen en el parque y hablan de sus cosas mientras nosotras bien idiotas nos quedamos viendo una película de Leonardo Di… Leonardo Di…
-Di Caprio –corrigió Sara-. ¿Y estaba Rodion?
-Claro que sí. Todos menos Sebastien.

Liz me miró divertida.

-Bueno, yo no me quedaré mucho tiempo, quizás menos de un mes hasta que mi amigo pueda ayudarme con la mudanza. Podemos planear una reunión de chicas, con Bianca por supuesto.
-¿Y de qué hablaremos en una reunión de chicas? –preguntó Margaret.

Miré a todas…

-Pues no sé.
-¿Cómo que no sabes? Hay muchos temas que podemos hablar entre nosotras –contestó Liz.
-¿De machos? –preguntó Marin.
-Siiiii –gritó Rose-. ¿Qué otra cosa?
-¿Cómo de qué otra cosa? –protestó-. No somos  de mente reducida. Podemos hablar de moda, de películas, del tiempo, de la política, economía… -Liz recorrió con la miradas nuestros rostros.

Poco a poco cada una dejó escapar una sonrisa hasta que todas reímos.

-¡Siiiii, de machos! –grité batiendo palmas.

Margaret se sentó con rostro preocupado.

-¿Y Bianca? ¿Podrá participar?

Después miró a Marin y a Liz, las únicas humanas.

Suspiré…

-Tengo fe que mi hermano la sabrá llevar.
-Sí, claro que sí –dijo Sara.
-Tengamos paciencia –dijo Rose.
-Sí… -contesté-. La extraño.

Margaret sonrió.

-No te preocupes querida, Bianca muy pronto tomará el lugar que le corresponde.
-Sí –sonreí-. Como la dama de los Craig.



6 comentarios:

  1. Uy s e nota que Douglas anda urgido de una novia y parece que las chicas también andas con ganas de fiesta . Espero con ansias el próximo capitulo te mando un beso y te me cuidas

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  2. Ja reunion de machos mas particular jaja, hay Douglas estas urgido de una novia y x ahi anda una cerca, y Anthony ahhh quien lo iva a decir picaro jaja, me encanto esta super reunion, ahora solo faltan las chicas para q hagan una reunion y yo me uno con ellas jaja, gracias x el capiulo q tengas un lindo fin de semana Lou!!!

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  3. Hola cariño, al fin he podido pasarme a leer, como ves ya pude hacerme seguidora y he pasado un tiempo delicioso conociendo esta nueva historia; soy afortunada porque tenía mucho para ponerme al día ;) ¿Qué puedo decir? He pasado de la angustia al nerviosismo, a la calma y a la alegría de saber que las cosas se van asentando. Me ha dado gusto ver a todos juntos, saber que Bianca de alguna forma se va a habituar, seguro que sí, y verla con Sebastien feliz es maravilloso, y todos los chicos y lo que asoma!!! Gracias por esta maravilla y por dedicarme el reencuentro de Bianca y mi querido Bernie, eres un sol. Me quedo ahora como todos, en espera de lo que sigue.

    Mil besos, amiga.

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  4. Hola Lou... Este capítulo ha estado muy simpático y divertido
    Y capítulos como este enriquecen mucho una novela... incluso me ha sabido a poco ;-)
    Me lo he pasado muy bien con los chicos... y estoy deseando ver la reunión de las chicas ;-)
    Y siempre gracias a ti por dedicarnos tu tiempo y tu obra
    Besos

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  5. en que parte leí sobre éste tipo de reuniones?,,,,vaya, en humanos¡¡,,,nada cambia con ser humano, vampiro o lobo, ,los machos y las hembras,,temas inmemorables,,,gracias por tus capítulos, cada vez que leo uno, deseo el siguiente, pero claro debo esperar,,saludos

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  6. Sabia que mi Svetlana tenia buen gusto! A mi tambien me hubiera encantado comprobar la amortiguación de ese coche... Gracias por compartir, cariño!

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